lunes, 18 de abril de 2016

CADÁVER EXQUISITO

Dulce caricia que la vida amarga arrastra
en un dulce suspro
¡Oh, muerte, oh! estás tan presente como una permanente
¡Oh, muerte, muerte, vete a Albacete que aquí en mi Alcázar no quiero ni verte, muerte.
La luz se va atenuando
Es lunes y no se puede pensar, esto sí es la muerte y no la felicidad
La muerte escucha en silencio el sollozo estremicido del dolor que yace en el corazón de aquel que perdió las lágrimas de su reloj.
poco tiempo me queda, querida mía, acechándome está la muerte
el silencio es la mejor melodía de mi alma desde que tú  no estás
la lánguida vela tiñe de luz el funeral
como la ceniza, todos arderemos

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